JUN 272013 En una decisión histórica, el Senado de Estados Unidos aprobó hoy su propuesta de reforma migratoria para salir al paso de un sistema que se encuentra en crisis y responder al clamor de 11 millones de inmigrantes indocumentados. Por una votación de 68 contra 32, la mayoría emitió su fallo a favor de una iniciativa de ley que, a partir de ahora, quedará supeditada a los vaivenes de un incierto proceso de conciliación con la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos. La votación, seguida desde los pasillos y las afueras del Capitolio, fue saludada con muestras de apoyo y festejo. Tras casi medio año de intensas negociaciones, en el que demócratas y republicanos volvieron sobre los pasos de anteriores y fallidas iniciativas de ley, el denominado 'Grupo de los ocho', integrado por senadores de ambos partidos, celebraban este jueves el triunfo de una propuesta de más de mil 200 páginas donde se detalla la ruta de obstáculos y exigencias que deberán seguir quienes aspiren a convertirse en ciudadanos estadounidenses. Además, la iniciativa contiene el plan para hacer de la frontera con México una zona militarizada, con el despliegue de 40 mil agentes fronterizos, la construcción de poco más de un kilómetro de cerca fronteriza, así como el continuo sobrevuelo de drones y la instalación de sensores infrarojos, radares y torres de vigilancia a lo largo de la franja fronteriza. "Hace ya varios meses un grupo de senadores demócratas y republicanos iniciaron un proceso que hoy llega hasta aquí", aseguró el demócrata por Vermont, Patrick Leahy. "Y estoy seguro, que si aún estuviera vivo, el senador Ted Kennedy estaría desplegando una enorme sonrisa", añadió al evocar a uno de los campeones de la reforma migratoria que estuvo punto de alcanzar su objetivo en el 2007. Los senadores Jeff Sessions, de Alabama y Chuck Grasley, de Iowa, reiteraron su voto en contra por considerar que, aunque duras y costosas las medidas para reforzar la seguridad de la frontera con México, "no existen las condiciones para asegurar su cumplimiento". El precio a pagar no ha sido poco, ni ha estado exento de polémica. En medio de la victoria de la mayoría demócrata en el Senado, con el apoyo de un puñado de republicanos, numerosas voces lamentaban el elevado precio que traerá consigo esta propuesta en caso de que se convierta en ley. "Ha sido muy positivo que la clase política haya sacado adelante esta iniciativa. Sin embargo, consideramos que el precio a pagar es muy alto", consideró Maureen Meyer, de la Oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA) al advertir del impacto de la nueva estrategia de seguridad fronteriza que militarizará la frontera con México. "Quienes van a pagar esto son las comunidades fronterizas, que verán multiplicar el número de agentes de la Patrulla Fronteriza, y los indocumentados que seguirán intentando cruzar en busca de una mejor vida", lamentó. Según anunció el presidente de la Cámara Baja, John Boehner, en su conferencia de prensa semanal, la Cámara de Representantes no hará ninguna maniobra antes del receso por la fiesta nacional del 4 de julio y sólo a su regreso, el 10 de julio. La Cámara Baja, bajo control republicano desde los comicios legislativos de 2010, se opone en su mayoría a la reforma que debate el Senado, por considerar que ésta no ayudará a frenar la inmigración ilegal ni garantiza la seguridad en la frontera sur. |