FEB 152016 "Hoy en día vemos y vivimos por distintos frentes cómo la familia está siendo debilitada, cuestionada. Cómo se cree que es un modelo que ya pasó y que no tiene espacio en nuestras sociedades que, bajo la pretensión de modernidad, propician cada vez más un modelo basado en el aislamiento", dijo el obispo de Roma. Francisco dijo que la precariedad conduce primero a la desesperación de carecer de lo mínimo para vivir y luego al aislamiento que siempre es un mal consejero. "La precariedad no sólo amenaza el estómago, y eso es ya decir mucho, sino que puede amenazar el alma, nos puede desmotivar, sacar fuerza y tentar con caminos o alternativas de aparente solución, pero que al final no solucionan nada". La actitud para enfrentar a estas amenazas debe de venir de dos niveles, añadió el Papa, el primero de ellos desde las legislaciones que protejan y garanticen los mínimos necesarios de cada hogar, y también el compromiso social que cada persona debe de presentar ante la adversidad. En su mensaje, el líder de la iglesia católica reconoció que vivir en familia es complicado, pero siempre tendrá fe en aquellas que pese a estar heridas todos los días intentan conjugar el amor a una que por miedo a demostrar su amor se quedan en el aislamiento, que prefiere viajar a tener hijos cuando es tiempo, y que cuando los quieren ya no pueden. "Prefiero una familia con rostro cansado por la entrega a rostros maquillados que no han sabido de ternura y compasión", indicó Francisco. Asimismo, dijo que es mentira que una familia perfecta nunca discute, "el único consejo es que no terminen el día sin hacer paz". El Papa agradeció los testimonios de las familias, en especial de la familia de Manuel, un chico discapacitado quien fue acompañado por sus padres. "Los padres de rodillas frente al hijo que está enfermo, qué imagen. Yo sé que tienen problemas, qué marido y qué mujer no se pelean y más cuando se mete la suegra, pero se aman", añadió. Al inicio del encuentro con familias mexicanas en el estadio de futbol "Víctor Manuel Reyna", en Tuxtla Gutierrez, Chiapas, el papa Francisco pidió que ya no "haya más episodios de violencia, de cerrazón y división; que quien haya sido herido o escandalizado pronto sea consolado y curado". Familias dan testimonio al Papa Humberto y Lucy, una pareja de divorciados que se han vuelto a casar, y Beatriz Muñoz Hernández, enfermera y madre soltera, y Juan Manuel un joven de 14 años con discapacidad presentaron ante el Papa su testimonio. |